lunes, 21 de mayo de 2012

Parque

Anoche me enteré, vía mensaje de texto, que Parque Sur había quedado afuera en Semifinales de la Liga Provincial de Basquet y me entristeció un poco.
No me voy a subir al caballo del fanatismo y decir cosas que no siento realmente, como creo que hay muchos. Nunca fui un apasionado del Basquet y creo que nunca lo seré.
Yo he sufrido esa sensación en otro club y otro deporte, pero sé el esfuerzo que se hace desde todos los lugares para poder llevar el club adelante.
Solamente quiero lo mejor para el club que me permitió tener los mejores momentos de mi infancia, pasar los mejores veranos, durante años, las inmejorables experiencias de supervivencia en cada campamento, en la playa del club -que lamentablemente, hoy casi no existe- o en el "SUPE".
Además ahí empecé a patear una pelota "en serio", a sentirme jugador de fútbol, desde los 5 años. A llevar a una "realidad" los partidos con mi viejo y mi hermano en el parque, en Concepción, o los picaditos familiares con primos en Gualeguaychú.
Parque me enseñó a andar solo por la calle, a conocer la ciudad, cruzándola en bici desde casa hasta el Club. A sentirme orgulloso de defender los colores, sentir el placer de un gol convertido, la alegría de la victoria, la desesperación de un partido que se escapa y la tristeza y el sabor amargo de una derrota.
A ganar algunas finales y a perder muchas; es verdad, nunca fuimos "habitué" a las medallas. Por eso valoramos la importancia de salir campeón con un club humilde, al que todo le costaba. Nuestros padres vendiendo rifas y pollos cada fin de semana para que nosotros tengamos con qué y por qué jugar; la necesidad de un club para pibes que no tenían otro lugar donde pasar la tarde y el club era un refugio. El traslado, turnándose con los Castro para ir a canchas como las de Engranaje o María, solo por el amor al fútbol y para defender esa camiseta.

Y lo más importante, Parque me permitió conocer a mucha gente valorable, a amigos con los que todavía conservo una relación con tanto o más fervor que en esos tiempos. Por ellos, por lo que sé que hacen por la institución desinteresadamente, por lo que ésta me dio durante mis años de crecimiento, me sumo a la tristeza y a la desilusión que sienten por tener que esperar otra temporada.

Un Abrazo grande como Puerto Viejo, sureños.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que bien hermanito lastima que esas alegrias que disfrutaste y las triztesas que sufriste yolas vivi con otro club , pero con los mismos colores , AZUL y BLANCO.